El código registral único nació debido a la necesidad de hacer un código que sirviera de identificación a las propiedades, una clase de DNI que asociará de forma exclusiva un bien a un número. Es de esta forma cómo nace el obsoleto IDUFIR y que después daría paso el CRU.
La utilización de códigos demostró ser de gran ayuda para la identificación. Tenemos la posibilidad de observarlos en todo lo que nos circunda, de seguro el más popular tras el del DNI es el código de barras. Conscientes de esto, el sistema nacional de registros de la propiedad logró adelantos en la generación de un código que permitiese llevar a cabo una identificación plena de un inmueble o finca.
Este código está compuesto por 14 caracteres numéricos que hacen viable la identificación y el posterior ingreso a la nota simple informativa del bien mencionado.