El consumo de energía ha sido asociado por muchos a lo largo de los años al desarrollo de un país, pero con la integración de la economía verde y sus prácticas en la sociedad y en el tejido empresarial, esta idea debería ir desapareciendo.¿Por qué? Porque hay que entender que se puede consumir menos energía para realizar las mismas actividades y obtener rentabilidad. Es posible seguir produciendo y disfrutando a la vez que reducimos el gasto energético. Se trata de ser más eficientes.
Los problemas medioambientales y sociales actuales demandan una reducción del consumo, y para que el impacto negativo del uso de la energía en el planeta decaiga sin que el mercado se vea afectado, es cada vez más necesario recurrir al cambio que se entrevé gracias a este nuevo movimiento.
Aparte de la creación de nuestro producto propio en el cual podrás adquirir una certificación energética sin contacto y 100% online, contamos con algunos consejos que podrás implementar en tu día a día para ahorrar energía.
Por ello, la economía verde no significa ir en contra de la rentabilidad. Ni mucho menos. Persigue el mismo objetivo de crecimiento económico, aunque a la vez buscando:
- Creación de empleo verde, es decir, con uso eficiente de recursos
- Una sociedad más equitativa
¿Qué objetivos persigue la economía verde?
Los principales objetivos de la economía verde son:
- Mejorar el bienestar social.
- Pelear para que haya equidad.
- Luchar contra la escasez.
- Reducir las amenazas para el medio ambiente.
- Responsabilidad social.
- Uso eficiente de los recursos para reducir las emisiones.
- Que haya más recursos públicos para luchar contra la contaminación y fomentar la creación de empleos verdes.
- Eficiencia energética.
- Defender la biodiversidad.