La calefacción y el agua caliente sanitaria pueden llegar a superar el 60% de la factura energética de un inmueble, por lo que la eficiencia energética de estos sistemas se convierte en algo indispensable. Una de las primeras cosas a tener en cuenta: los gases como el gas natural o el GLP son más eficientes que otros como el butano o el propano embotellado.
En este sentido, la instalación de sistemas de climatización y agua caliente que tengan una mayor eficiencia hará que reduzcamos el consumo de este tipo de instalaciones. Los termostatos inteligentes, no sólo pueden instalarse en los sistemas de climatización eléctrica, pueden instalarse también en aquellos que funcionen con gas natural o GLP.
Otro de los aspectos relacionados con la eficiencia energética de las instalaciones de gas natural es el PCI, el Poder Calorífico Inferior. Este índice se refiere a la energía aprovechable que genera el sistema. A mayor PCI, mayor eficiencia, puesto que se aprovechará una mayor cantidad del calor generado en combustión.
Si no se puede optar a estos gases más eficaces, lo mejor es elegir calderas tipo efecto Joule o gasoil, por encima de las de butano o propano.
Por tanto, es importante tener en cuenta que a la hora de realizar un Certificado de Eficiencia Energética oficial, debemos tener en en cuenta todos estos aspectos que contribuyen en mayor o menor medida en el uso eficiente de la energía en nuestros hogares.